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13 diciembre 2013 5 13 /12 /diciembre /2013 21:00

La panaderìa hacìa gala de sentido de la caridad. Todas las noches parroquianos barriales y gente de los alrededores se daban citas a la puerta lateral del negocio y religiosamente esperaban que a la hora señalada se abriera la pequeña puerta y se derramaran las bolsas de pan sobrante entre los mendigos y, porqué no decirlo, los aprovechadores de siempre. Generalmente habìa una buena provisiòn de hogazas. Esto se ofrecía como modesto espectàculo a los ojos del barrio y era el paisaje acostumbrado a cierta hora. Nada habìa de extraordinario en ello y, por consiguiente, nada llamaba demasiado la atenciòn en el distrito. Un grupejo de gente necesitada y el ejercicio de caridad por parte del dueño o de los empleados y -por ende- la bendiciòn para el propietario. Es cierto que ese pan se hubiera tirado, de todos modos y, consiguientemente, no podìa alegarse tampoco que la bondad de los responsables fuera demasiada. Pero, por aquello del concepto de la libertad para administrar la propiedad y considerando que no todos adherìan al sentido social que cabe atribuirle, tenìa la actitud su valor, porque esos panes podìan haberse tirado al basurero. Una noche, el señor C, quien vivìa en el edificio frontero, examinaba como al descuido, plácidamente, el casi prosaico espectàculo desde su balcòn en el tercer piso y notò algo curioso. Llamaba su atencón el hecho de que el portero del edificio contigûo, desde hace unas noches, integrara el grupete de famèlicos, y llevara una buena cantidad de panes a su domicilio. Qué innecesario -y qué mezquino- el hombre que así actuaba arrogándose una libertad inaceptable dado su importante salario. Otra noche vio algo más alarmante; junto con un compañero, introducían enormes bolsas de panes, cada uno arrastrando la propia en el edificio donde el hombre se desempeñaba. Y una idea que resultó ser realidad iluminó en su conciencia. De esta manera relativamente discreta, el hombre que participaba en una banda de narcotraficantes le daba un destino a la fraudulenta mercadería.

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